La tormenta (III)
Continuación Tormenta II:
El amigo de su Amo estalla en risas al ver su reacción.
- Así que tu perra está celosa, no le gusta la competencia... Esto se pone interesante.
-No pasa nada, todo tiene solución, contesta su Amo con voz tranquila. Sin embargo, su mirada no era compatible con su voz , que era fría y desquiciada.
Aurora empieza a temblar de nuevo, se da cuenta de que su actitud va a tener consecuencias, que va a sufrir de nuevo, y no solo fisicamente.
-Tráela aquí a mi lado, Rafael. Gracias.
Con cuidado, el Amo de Teresa leVe a su Amo vistiéndose, y se arrastra unos dos metros hasta sus pies, quedándose inmovil. Le toca con la mano un pie, deja su cara sobre el otro pie, y ahí es donde poco a poco baja a la tierra, vuelve en sí. Él le consiente descansar a sus pies, pacientemente. No se mueve.
Pasado un tiempo, no sabe cuánto, ella levanta su cara y ve que ha amanecido. Hay luz fuera, aunque muy tímida todavía. Se siente muy cansada, tiene la impresión de que lleva una semana sin dormir.Ve que están solos, y cuando pregunta con la mirada, su Amo le contesta:
-Se han marchado mientras tú volvías del subspace. Vístete, te voy a llevar a casa, a darte una
ducha y a curarte un poco el cuerpo.
Aurora, eres la mejor. No lo olvides nunca, estoy muy orgulloso de ti.
Un nuevo día empieza, y la sonrisa en la cara de su Amo es su sol. suelta las cadenas -ella está toda dolorida y marcada-, y luego, ya sin piedad, le tira del pelo, Ve a su Amo vistiéndose, y se arrastra unos dos metros hasta sus pies, quedándose inmovil. Le toca con la mano un pie, deja su cara sobre el otro pie, y ahí es donde poco a poco baja a la tierra, vuelve en sí. Él le consiente descansar a sus pies, pacientemente. No se mueve.
Pasado un tiempo, no sabe cuánto, ella levanta su cara y ve que ha amanecido. Hay luz fuera, aunque muy tímida todavía. Se siente muy cansada, tiene la impresión de que lleva una semana sin dormir.
Ve que están solos, y cuando pregunta con la mirada, su Amo le contesta:
-Se han marchado mientras tú volvías del subspace. Vístete, te voy a llevar a casa, a darte una
ducha y a curarte un poco el cuerpo.
Aurora, eres la mejor. No lo olvides nunca, estoy muy orgulloso de ti.
Un nuevo día empieza, y la sonrisa en la cara de su Amo es su sol., hasta los pies de su Dueño.
Pasado un tiempo, no sabe cuánto, ella levanta su cara y ve que ha amanecido. Hay luz fuera, aunque muy tímida todavía. Se siente muy cansada, tiene la impresión de que lleva una semana sin dormir.
Ve que están solos, y cuando pregunta con la mirada, su Amo le contesta:
-Se han marchado mientras tú volvías del subspace. Vístete, te voy a llevar a casa, a darte una
ducha y a curarte un poco el cuerpo.
Aurora, eres la mejor. No lo olvides nunca, estoy muy orgulloso de ti.
Un nuevo día empieza, y la sonrisa en la cara de su Amo es su sol., hasta los pies de su Dueño.
Él le levanta la cabeza con un gesto firme, mientras que a su lado, totalmente indiferente a lo que está pasando, Teresa sigue con su labor.
-¿Escuchas este sonido, perra? Es la lengua de otra puta, dándome placer. ¿Tienes algún problema con esto?
Ella tiene los ojos llenos de lágrimas, y la tristeza la mata por dentro, pero no le quiere decepcionar, así que de su boca sale la palabra NO, Amo. Una vez más , se rompe en pedazos para complacer a su Dueño. Él se echa para atrás en la silla, tira del collar, y la obliga a mantener la mirada. Silencio absoluto, ya no hay ruido alguno, solo la mirada Dominante en la mirada sumisa. Todo ha dejado de existir. Hablan sin decir una sola palabra. Pasan unos minutos, ella se relaja. Ha entendido todo. Agacha la cabeza y se escucha un claro:
-Sí, Amo.
-Perfecto, ahora sí, ha vuelto mi esclava. Teresa, para un momento. Y por cierto, te ha adiestrado muy bien tu Amo, haces maravillas con la garganta. Eres una buena puta.
Al escuchar esto, Teresa sonríe orgullosa, mientras que las mejillas de Aurora cogen color.
-Muy bien, así me gusta, que me seas útil, dice Rafael. Se acerca a Teresa y le acaricia la cabeza. Ella le mira desde abajo y abraza sus piernas. Son la imagen perfecta del Dueño y su mascota.
-Venga, Teresa, todavía te queda por disfrutar, no hemos acabado.
-Aurora, acércala, ábrele la boca, me vas a ayudar a follársela. Esta orden la deja un momento paralizada, pero ya está mentalizada. Ha comprendido todo, así que actúa rápidamente. Le empuja con una mano la cabeza hacia las piernas de su Amo, y con la otra mano le abre la mandíbula. Con suavidad, empieza a moverla desde la nuca, de adelante hacia atrás. Se siente como un ventrílocuo con su muñeca. Ella se queda mirando cómo la polla de su Amo crece bajo la lengua de Teresa. La mirada de su Amo habla por sí sola, las manos de él se apoderan del pelo de Teresa, ahora controla él cada embestida.
Clava la mirada en Aurora, las está follando a las dos, a una la boca, a la otra la mente. Está a punto de correrse, cuando grita:
-¡Puta , lengua fuera!
Aurora se vuelve loca de felicidad cuando toda la leche de su Amo le inunda la garganta.Afuera está lloviendo,hay tormenta,en su boca está nevando.Va lamiendo cada milímetro de piel, cada gota de leche de su Amo, haciendo abstracto de los dos presentes . Está en otra dimensión, en su mundo. Un mundo creado por su Amo para ellos dos. Gime una y otra vez, todo su cuerpo está en llamas. Su mente vuela, y es en ese momento cuando él le permite que se corra. Ella se mete dos dedos en el coño, muy húmedo ya. Se frota con fuerza unos instantes, y el squirt que sale de su interior es impresionante, parece una fuente. Se deja caer de culo al suelo, y la perra que es se presenta en todo su esplendor: guarra, jadeando, mojada por el charco que acaba de soltar.
Ya ninguno de los presentes dice nada. Ella les observa como desde muy lejos, a cámara lenta. Teresa está siendo sodomizada por Rafael, se le ve la cara de dolor-placer, pero los gritos y gemidos de ella no llegan hasta Aurora, solo la imagen animal de sus cuerpos, sus movimientos. Parecen dos Dioses del pecado.Ve a su Amo vistiéndose, y se arrastra unos dos metros hasta sus pies, quedándose inmovil. Le toca con la mano un pie, deja su cara sobre el otro pie, y ahí es donde poco a poco baja a la tierra, vuelve en sí. Él le consiente descansar a sus pies, pacientemente. No se mueve.
Pasado un tiempo, no sabe cuánto, ella levanta su cara y ve que ha amanecido. Hay luz fuera, aunque muy tímida todavía. Se siente muy cansada, tiene la impresión de que lleva una semana sin dormir.
Ve que están solos, y cuando pregunta con la mirada, su Amo le contesta:
-Se han marchado mientras tú volvías del subspace. Vístete, te voy a llevar a casa, a darte una
ducha y a curarte un poco el cuerpo.
Aurora, eres la mejor. No lo olvides nunca, estoy muy orgulloso de ti.
Un nuevo día empieza, y la sonrisa en la cara de su Amo es su sol.
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